Con motivo del día de la mujer trabajadora
Bonifacia Rodríguez de Castro,
la cordonera que tenía su taller en la calle Traviesa de Salamanca, la
fundadora de la Congregación de Siervas de San José y la primera santa salmantina
se nos presenta hoy como un referente claro para el mundo del trabajo. 
Se acerca el 8 de marzo, día de
la mujer trabajadora, con motivo esta fecha hacemos memoria de esta mujer
trabajadora que junto a Francisco Butiñá, jesuita, ofrecieron a través de las
Siervas de San José una alternativa humanizadora para el trabajo industrial. El
Taller será una “industria cristiana”, una industria que funciona con
criterios, valores, prioridades y actitudes evangélicas. Una industria con
resonancias de Reino de Dios.
Bonifacia encarnó ese carisma y
le dio su impronta desde un taller fraterno, solidario, llamado Taller de Nazaret
en el que el trabajo no sólo es un medio para “ganarse el sustento” es
también una actividad que permite desarrollar las propias capacidades y sitúa a
la persona ante la creación como colaboradora de Dios.
Como signo de la industria
cristiana que deseaba nuestro
fundador, Francisco Butiñá, y como signo de continuidad
del taller de Bonifacia en Salamanca, nuestra comunidad del
barrio Buenos Aires desde los comienzos optó por la promoción, prevención y
evangelización de la mujer del barrio a través del trabajo manual llevado a
cabo en un taller de confección.
Este taller que, a lo largo de
los años ha ido viviendo distintas realidades y pasando por diferentes modalidades,
ha sido siempre un lugar de acogida, respeto, convivencia y solidaridad. Un
lugar de trabajo en común que, además de posibilitar una ayuda económica, ha
creado lazos familiares y relaciones fraternas, ha ayudado a recuperar personas
y ha capacitado para afrontar el futuro
con dignidad.
El taller de Nazaret de nuestro barrio es un gesto sencillo y pequeño
como la sal y la levadura. Cada rostro de estas mujeres que han pasado por él reflejan
una vida, una historia y la esperanza de una oportunidad, por eso nuestra
comunidad agradece a Dios y a la
Congregación la posibilidad que le ha ofrecido de ir abriendo un camino de
esperanza para la mujer trabajadora pobre, como lo hizo Bonifacia.
Comunidad Siervas de San José
Barrio Buenos Aires
Muchas felicidades! Que la obra de Bonifacia siga en su misma ciudad es motivo de acción de gracias, por la presencia y trabajo compartido con otras mujeres solidarias. ¡Adelante! Ligia S.S.J
ResponderEliminarSÍ HERMANAS, ESTAS SON LAS PEQUEÑAS SEÑALES DEL DIOS QUE SALVA, EN HORABUENA PARA TODA LA COMUNIDAD,SALUDOS ESPECIALES A ANGELES Y ALICIA QUE DISTINGO EN LA FOTO ... RECUERDOS. Y A SEGUIR PONIENDO SEÑALES DE ESE DIOS QUE ESTÁ JUNTO CON USTEDES ABRIENDO CAMINOS DE ESPERANZA PARA LA MUJER TRABAJADORA
ResponderEliminarABRAZOS
YOLI
Vibramos con este gesto y realización por la mujer trabajadora, nos alegramos al comprobar que vamos dando pasos y haciendo camino en las ilusiones y deseos de Nuestros Fundadores. ¡Adelante, la mujer pobre y sencilla necesita recuperar su puesto y dignidad en su vida. Estamos con vosotras, nos sentimos cercanas y oramos...
ResponderEliminarLOS GESTOS SENCILLOS Y ESPERANZADORES SON LOS QUE DAN VIDA, Y… SI AYUDAN A DIGNIFICAR , PROMOVER Y EVANGELIZAR A LA MUJER TRABAJADORA Y POBRE, ¿NO SERÁN GESTOS DE AMOR Y TERNURA, GESTOS DE DIOS, QUE CONSTRUYEN REINO, GESTOS QUE CONTINUAN LA OBRA DE NUESTROS FUNDADORES BONIFACIA y BUTIÑÁ?.
ResponderEliminarGRACIAS HERMANAS PORQUE ESTÁIS RECREANDO ESTA OPORTUNIDAD