El equipo de coordinadoras de la Zona de Castilla y León, a la luz del Plan
Operativo, hizo la Planificación para la Zona en la que se recogía, entre otras
actividades, encuentros intercomunitarios con el objetivo de que en ellos se
provocase una EXPERIENCIA DE COMUNICACION.
Por esta razón estamos teniendo en la Zona estos encuentros. Ya se ha
celebrado el primero en Salamanca, el 7 de noviembre, con las comunidades de
Almarza, Palencia y Zamora-Avenida. El día 21 de noviembre nos hemos reunido en
León las comunidades de Puente Castro, Villablino, Zamora-Reina y Salamanca-San
José. Falta todavía un tercer encuentro de las comunidades de MM. Mayores de
Salamanca, Barrio Buenos Aires y León-Avenida Real.
Compartimos
con vosotras la experiencia de nuestro encuentro en León.
Muy de
mañana sale la comunidad de Salamanca en un microbús hacia Zamora para recoger
allí a la comunidad de La Reina y juntas emprender viaje a León, a la Casa de
Ejercicios de los dominicos en la Virgen del Camino. Poco después, llegaron las
hermanas de Puente Castro y las de Villablino. ¡Éramos 29! Todo un éxito: tres
comunidades completas y 10 hermanas de la Comunidad de MM. Mayores de Puente
Castro. Saludos y mucha alegría por volver a vernos.
Después de tomar
un café que nos reconfortó, pasamos a una sala de reuniones, para la oración
inicial en la que se nos invitaba a iluminar y a dar sabor como luz y sal de la
tierra.
Mariví
presentó el objetivo del encuentro: “provocar una experiencia de comunicación”
entre nosotras y nos indicó el itinerario a seguir en este día. Se trataba de
compartir los momentos más significativos de nuestra llamada, iba a ser, por
tanto, una comunicación desde dentro.
Tuvimos un
tiempo largo de oración personal para rememorar y revivir la experiencia de
nuestra propia vocación, que luego cada una íbamos a compartir.
La
experiencia vivida en los grupos pequeños fue muy enriquecedora. Muchas veces
nos hemos reunido y hemos compartido, pero ahora íbamos a compartir algo que no
conocíamos, la acción que Dios va realizando en nuestro corazón. Nos quedábamos
asombradas de ver cómo el Señor ha ido llamando a cada una y cómo la ha seguido
acompañando y haciendo su obra desde lo mejor que cada una es y tiene. La
escucha atenta y la acogida a lo que cada una compartía, ha favorecido la unión
fraterna y un conocimiento mutuo más profundo.
Tuvimos también
una dinámica sencilla y bonita con participación espontánea. Aunque tengamos
limitaciones, podemos complementarnos y avanzar juntas y felices.
Compartimos
cómo nos habíamos sentido cada una en el encuentro: Lo hemos valorado como muy
positivo y vemos que se ha cumplido el objetivo propuesto. Nuestro conocimiento
de las hermanas no es el mismo al comenzar el encuentro que al finalizarlo,
aunque sabemos bien que este conocimiento tiene que ir creciendo. Se indicó que
había sido importante que el contenido del compartir en los grupos no hubiera
sido de preguntas o cuestiones a las que hubiera que dar una respuesta, sino de
exponer cada una con total libertad y desde dentro, una experiencia tan honda
como es la de la propia vocación
Hemos constatado que, uniéndonos a todas una misma vocación, los caminos por los que
Dios nos ha ido conduciendo han sido muy diversos, y en todos ellos, él ha
hecho y va haciendo una obra preciosa que agradecemos de corazón. Hemos
valorado que el lugar del encuentro no fuera
una de nuestras casas para evitar otras preocupaciones y potenciar más la
convivencia. En este encuentro hemos disfrutado y podemos decir que ha sido una
experiencia gozosa, fraterna, celebrativa y profunda.
Después
cantamos unas coplillas en las que hacíamos memoria de cada una de las hermanas
de estas cuatro comunidades. El estribillo repetido varias veces nos iba
calando dentro: La Zona, la Zona, un lazo
de unión, despierta esperanza en el corazón, en el corazón, en el corazón,
ésta es nuestra Zona: Castilla y León.
Finalizamos
el encuentro con la celebración de la Eucaristía que hacía posible una mayor
comunión con él y entre nosotras.
Agradecemos
a Valle y a Estrella las fotografías que han sacado como recuerdo de este día. No
faltó la foto de grupo, a la que siguió la merienda-cena con la sorpresa de
intercambio de regalos.
Llegó el
momento de despedirnos, con mucho cariño y alegría, hasta otra ocasión, con la
certeza de que nuestra fraternidad se ha hecho más fuerte y visible.
Rosario Hernández, ssj
Hermanas, gracias, gracias por el compartir tan rico del encuentro, nos revitaliza y nos alegra mucho la experiencia. Felicidades!!!
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