Como es habitual, el 6 de junio tuvimos en el Colegio Sagrada Familia de la calle Marquesa de Almarza, una Eucaristía presidida por D. José María Miñambres, párroco de San Juan Bautista, parroquia a la que pertenecía Bonifacia y su comunidad de la casa de santa Teresa. Concelebraron con él otros 8 sacerdotes diocesanos, amigos. La homilía, magnífica, fue un recordar la espiritualidad de Nazaret en Bonifacia y cómo podíamos vivirla hoy.
Además de las
hermanas de las comunidades de Salamanca, participaron algunos profesores,
padres de alumnos, trabajadores del Centro, antiguas alumnas, amistades y gente
de Salamanca que conoce y quiere a nuestra santa salmantina. Tuvimos la suerte
de que también el grupo de hermanas de
bodas de oro que se encuentran en Salamanca, nos acompañaran.
La iglesia estaba
adornada con flores preciosas y la base del sepulcro de Bonifacia estaba
cubierta con ramos de rosas. Ella estaba allí entre nosotras, viva y presente,
alentando a todos con la fuerza evangélica de su vivir.
Una pareja de
charros, Fernando y Chani, y dos de sus nietos pusieron una nota charra con sus
trajes y con la música de la gaita y el tamboril. Era como si volviéramos a las
raíces charras de Bonifacia. Fernando tocó en las ofrendas y una acción de
gracias después de la comunión. Todo un homenaje a nuestra santa salmantina.
Cantó el coro de
niños del Colegio, ensayados y dirigidos por Ana y Paloma Martín, profesoras de
guitarra del Colegio. La canción final de Bonifacia: “Y Dios creció en su
corazón” acompañando el estribillo con palmas, daba una nota alegre y festiva.
Al finalizar la
Eucaristía pasamos al patio donde hubo bailes charros espontáneos y se nos invitó
a todos los asistentes a unos dulces y refrescos.
La Gaceta regional
de Salamanca se hizo eco de este acontecimiento, así como la radio COPE.
Los niños del
Colegio habían celebrado la fiesta de Bonifacia en otro momento.
Hubo un ambiente
cálido y festivo, Bonifacia sigue abriéndose paso en su tierra donde cada vez
es más conocida y querida.
Rosario
Hernández, ssj
He recordado y agradecido el haber podido estar en Salamanca en el encuentro de Bodas de oro 2013.Si antes amaba a nuestra santa, ahora mucho mas. Gracias, Bonifacia por tu amor a la mujer trabajadora en riesgo y por tu apuesta de comunión en la congregación que tantas lágrimas te hizo derramar,y que es para nosotras ejemplo de perdón y de amor al proyecto congregacional. Gracias hermanas de Salamanca, por compartir momentos tan gratos en esos lugares llenos de vida y alegría.
ResponderEliminarQueridas hermanas Siervas de San José de Salamanca: Lindo reportaje de este gran día,que me hace vivir llena de gratitud por la vida de Bonifacia y mi propia vocación a seguir a Jesús con sus mismas actitudes.He gozado un montón al verlas en las fotos y recordando el año 2013 que también en el encuentro de Bodas de Oro,participamos en la Eucaristía.Muchas gracias por vuestro compartir.
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