Después de dos años de trabajo, en los que
toda la diócesis ha estado implicada en el desarrollo de la Asamblea Diocesana,
el día 15 de septiembre dieron comienzo las sesiones finales en las que
participé obligada por las circunstancias. Sin embargo, ahí estaba el Señor y
lo que comenzó con desgana se ha convertido en acontecimiento de gracia y de
agradecimiento por esta oportunidad que se me regaló.
Estaba reunida en asamblea la iglesia de
Salamanca representada en los sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos,
laicas con nuestro Obispo Don Carlos, en total éramos 233 Delegados/as.
Comenzamos las sesiones con el saludo del señor
obispo que nos invitaba a elaborar unos documentos que tendrían que expresarse en
letra, pero reflejar el “aliento del Espíritu”, la forma de ser Pueblo de Dios
en medio del mundo.
A estas palabras le siguió un rato largo de
oración muy bien preparada. Ahí me esperaba el Señor. Si Dios era el que nos
convocaba como iglesia diocesana, mi actitud interior, no era la mejor y el Señor
me invitaba a posicionarme de otra manera. La invocación al Espíritu, los
cantos, el silencio y la presentación de nuestra realidad diocesana
personalizada y acogida en mí, fue calentando el espíritu y produciendo la
conversión que necesitaba. Allí estaba y yo quería trabajar y aportar mi
granito de arena para que de verdad esta asamblea fuera una experiencia del
Espíritu.
El borrador de trabajo fue elaborado con la
aportación de los 189 grupos de Asamblea reunidos a lo largo de estos dos años,
las sugerencias de los Encuentros “sanadores y motivadores” celebrados con
sacerdotes religiosos(as) y laicos(as) y las propuestas realizadas en la actividad
de la asamblea: “La iglesia quiere escucharte”, que tuvo la iglesia de Salamanca
con los diversos colectivos salmantinos.
Fueron tres fines de semana de oración,
trabajo personal, en grupos y asamblea, de estar abiertos(as) a los hermanos y hermanas,
a Dios, que nos invitaba, en el Pórtico
de confesión y aclamación a volver a
las “huellas de Jesús” que
contemplamos a la luz de la Pascua y guiados por el Espíritu Santo.
El resto del trabajo se desarrolló a través
de cuatro capítulos y una llamada a la esperanza a modo de conclusión.
En el primer capítulo: Mirada evangélica a nuestra diócesis. Esa mirada la hicimos desde
tres ámbitos:
1.-“Enamorarnos
de nuevo”. Renovación espiritual.
2.- “Es tiempo de
soñar”. Renovación Pastoral.
3.-“Es tiempo de construir”. Una reforma. Renovación
de estructuras.
Un segundo capítulo: El Señor pasa en esta época e
impulsa a su Iglesia.
La renovación espiritual, pastoral y
estructural, acontece en nuestra diócesis en el marco de unas coordenadas
culturales y sociales que envuelven nuestra sociedad por lo que es imprescindible
tener en cuenta el momento y la necesidad de hacer “un discernimiento evangélico” y tener la “capacidad
de estudiar los signos de los tiempos” como nos dice el Papa Francisco
en EG,
50 y 51.
El tercer capítulo de la asamblea se fija en
“Lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap 3,22) Caminos de renovación de
nuestra Diócesis,
Desde la gran Luz de la Palabra de Dios, del gran tesoro del Concilio Vaticano II y la Exhortación
“Evangelii Gaudium” del papa Francisco, la diócesis de Salamanca se atreve a
señalar:
Actitudes y
criterios para una renovación espiritual: “discípulos misioneros”. (EG, 120)
Actitudes y
criterios para una renovación pastoral: “Poner más fuego en el hogar; salir al
encuentro del hombre de hoy”.
Actitudes y
criterios para una renovación estructural: “Lo pusieron delante de Jesús” (Lc 5,19)
El cuarto capítulo recoge las Propuestas apostólicas de renovación
espiritual, de renovación pastoral y de renovación estructural.
El quinto capítulo o conclusión “El Señor me hace
caminar por las alturas” (Hab 3,19).
Llamada a la esperanza diocesana.
Es una invitación a alzar los ojos y mirad
los campos listos para la siega. Es una alabanza al Señor porque ha estado
grande con nosotros. La asamblea en sí misma: su estructura, su dinámica, sus
tiempos, sus títulos, su desarrollo, su propuesta espiritual, pastoral y de
renovación estructural es una “parábola
sugerente de futuro” para la labor evangelizadora de nuestra diócesis.
En este último capítulo se confía el futuro
de la Asamblea a los santos y santas significativos de la diócesis. Por lo que
en él se dice lo quiero copiar textualmente:
” Nuestra diócesis alberga en su seno el
sepulcro de cinco santos: Santa Teresa de Jesús y san Juan de Sahagún, patronos
de la diócesis; Santa Bonifacia Rodríguez
de Castro, primera santa salmantina, (qué bien nos vienen estas palabras suyas
en esta hora: “anda buscando Jesús quien
le ame, quien le siga” ), santa
Cándida María de Jesús y san Juan de Mata. Todos ellos, junto con los mártires
salmantinos, nos acompañan en nuestro caminar y a su intercesión confiamos el
fruto de esta Asamblea.
Para terminar estas sesiones finales de la
Asamblea nos dirigimos a la catedral vieja
donde está la imagen de la Virgen de la Vega y como en un nuevo pentecostés invocamos
al Espíritu Santo que es el encargado de toda la renovación que necesitamos.
El día 8 de octubre en el santuario de la
Peña de Francia el señor Obispo la clausuró oficialmente y se celebró también
el día de Jubileo Diocesano del año de la misericordia. Nos encontramos
alrededor de mil personas de toda la diócesis. Fue un día espléndido por el
tiempo que hizo, por poder celebrar la fe y la amistad como comunidad diocesana,
por orar juntos para que esta asamblea diocesana dé fruto abundante.
La participación en estas sesiones finales me
ha servido para conocer más la diócesis, sentirme más iglesia en Salamanca y saberme
llamada a evangelizar con otros y otras en esta tierra con nuevo impulso
misionero desde lo que soy como Sierva de san José.
Agradezco a mi comunidad del Barrio Buenos
Aires, a Adela de Cáceres y a Jacinta Sánchez porque han hecho posible mi
participación en ella.
Antonia Curto
Gracias, Antonia por el compartir de la experiencia muy rica en la asamblea . Un abrazo grande,
ResponderEliminarLa Comunidad Taller Murphy
Un buen momento para renovarse y construir, como dice el slogan. gracias por tu compartir.
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