En la alegría de renovar por quinta vez más mi consagración a Dios, quiero compartir esta bendición y gozo grande con todas mis hermanas de Congregación, familia y amigos.
El pasado viernes 12 de mayo, en la Eucaristía celebrada en casa a las 7:00 de la noche, pronuncié nuevamente nuestra fórmula de consagración, agradeciéndole a Dios su llamada con toda la vida que me comunica, comprometiéndome una vez más y cada día con Él.
Como siempre, Dios es el que se adelanta, me espera y se compromete conmigo como lo hace con cada persona, y en esa fidelidad suya sigo confiada y feliz de ser parte de este sueño y proyecto de Él y mío, ser Sierva de San José.
Agradezco que hayan podido estar en este momento, como en tantos otros, mi familia junto a la comunidad, “familia ampliada” que me bendice y confirma en mi opción de vida.
Tengo en mi corazón a todas las hermanas que he conocido y han ido acompañando mi vida y mi vocación desde temprana edad. También a mis amigos, las comunidades de misión, los laicos josefinos y a las personas que voy conociendo cada año y que Dios nos va enlazando en esta misión, espiritualidad y carisma llenos de vida. ¡Gracias a todos!
Un fuerte abrazo,
María Isabel García Valdueza
Sierva de San José
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