El 22 de junio, la comunidad de Madres Mayores de Salamanca hemos celebrado el final de curso, aunque después de esta celebración seguiremos con la misma actividad, pero cada día es diferente porque nos trae algo nuevo.
En comunidad hemos celebrado los tiempos litúrgicos, vividos desde dentro, Ejercicios espirituales, Retiros, y este año “hemos sido capitulares” desde los trabajos y la oración. En el vivir de cada día vamos acogiendo con fe y esperanza lo que Dios ha pone en nuestras manos.
Como todos los años la comunidad y trabajadoras de esta casa tenemos momentos de reencuentro y convivencia familiar.
Estuvimos pensando cómo lo podríamos realizar sin que supusiera un esfuerzo y desajuste de horarios. Las responsables de la empresa Thaismon, en este caso Olga y Magdalena, juntamente con la coordinadora de la comunidad, Jacinta, después de haber pedido opinión de cómo lo podíamos hacer, ya que para nuestras hermanas mayores cualquier cambio supone esfuerzo y sacrificio, acordamos que fuera una cosa sencilla y en el horario de todos los días.
A la una, participamos todas en la Eucaristía. Una breve monición de entrada para agradecer el servicio generoso de estas compañeras nuestras que atienden en todo momento y con gran cariño a nuestras hermanas necesitadas. Siempre tenemos donde mirarnos, en nuestra fundadora, Santa Bonifacia.
Nuestras colaboradoras participaron en las lecturas y preces haciéndolas propias. Nuestro capellán el P. Anselmo, de la congregación de Marianhill, nos dirigió unas palabras sencillas sobre la liturgia del día haciendo paralelismo de cómo lo vivió Bonifacia. Les habló del trabajo bien hecho, con cariño y alegría.
Pasamos a la comida, rica comida, distinta de otros días, también sencilla. Disfrutamos de un postre que ellas mismas habían preparado. El ambiente fue sencillo, silencioso pero conversador y agradable.
Nos congratulamos todas por este momento vivido. Y lo mejor es que así quedamos descansadas para hacer la tarde nuestra, tarde libre y como dice Mariola: “regalarnos una tarde”, nos la merecemos ellas y nosotras.
La dedicación, entrega y cariño de nuestras colaboradoras con las MM. Mayores es motivo para nosotras de agradecimiento y satisfacción.
A Dios den gracias los pueblos, alaben los pueblos a Dios.
Jacinta Sánchez, ssj
hola hermanas que lindo ver sus rostros de in compartir lindo y fraterno con las trabajdoras... saludos y oraciones de parte de IVED DEL VALLE, SSJ
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