Con el deseo de compartir y visibilizar nuestra espiritualidad y carisma, hace unos años atrás el equipo de pastoral juvenil vocacional de la Zona de Cuba en conjunto con algun@s laic@s josefinos y jóvenes, crearon y llevaron a algunos lugares del país la llamada “Cantata Josefina”.
Este año, con igual objetivo, el nuevo equipo de pastoral juvenil retomó la iniciativa y se llevó la cantata a Placetas, donde antiguamente tuvimos un colegio y hoy existe un grupo de laic@s josefin@s; también en Santa Clara donde tenemos una comunidad-taller y hay un grupo de laic@s josefin@s.
Ambos lugares tienen historia y mucho significado para las hermanas presentes en Cuba o que han vivido en esta tierra.
Una vez más, jóvenes que se acercan a la Congregación, laic@s josefin@s y Siervas nos dimos cita para renovar, recrear y preparar la cantata josefina. ¡Y qué mejor fecha para llevarla a cabo que alrededor de la Solemnidad de San José!
El día 17 de marzo estuvimos en Placetas en la Parroquia San Atanasio y el 18 en la Catedral de Santa Clara, viviendo así un hermoso y bien movido triduo de San José.
La cantata consta fundamentalmente de cinco momentos: la referencia a la figura de San José, una breve reseña de la historia congregacional, la presentación del carisma y la espiritualidad, la vida y misión de las SSJ en Cuba y la experiencia del taller. Todo esto animado y entrelazado por cantos, videos, interacción con el público y un taller donde todos los participantes, después de hacer la oración de ofrecimiento del trabajo hacían un marcador como recordatorio con frases de Santa Bonifacia y del Padre Franscisco Butiñá.
Y así, convocados a algo que parecía una simple cantata, muchos se han acercado a lo profundo y esencial de San José, de la espiritualidad y familia josefinas.
La noche del 18, en nuestra casa de Santa Clara, los jóvenes y laicos josefinos implicados en la cantata con hermanas de las comunidades-taller de Santa Clara y Jarahueca hacíamos eco de esta experiencia: Para algunos fue realmente descubrir y admirar nuestra vida, para otros la experiencia del taller fue lo más significativo, y para todos es la gratitud y memoria de lo vivido, aprendido y compartido en más de un mes de preparación lo que más queda.
Agradecidas y comprometidas con Dios, la Sagrada Familia, la Congregación y todos los implicados en esta iniciativa, nos proponemos seguir potenciando esta y otras formas de compartir nuestra vida y carisma, lo cual siempre en manos de Dios dará buenos frutos.
Siervas de san José.
Comunidad-Taller de Santa Clara.
Cuba.
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