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RECUERDO DE UN DÍA COMPARTIDO ABIERTO A LA ESPERANZA



El día 17 de marzo de 2019, la comunidad educativa del Colegio “Sagrada Familia” de Badajoz, cuya Titularidad fue cedida a la Fundación Educación Católica en el año 2000, nos invitó a una Eucaristía y una comida fraterna en acción de gracias por la presencia de las siervas de san José en Badajoz, y más concretamente en la comunidad del colegio.



Asistimos, María Álvarez Castiñeira, Coordinadora Provincial, las comunidades de Extremadura: Cerro de Reyes y Mérida y algunas hermanas de las comunidades de Málaga que habían estado en el Colegio, junto con familias, antiguas alumnas y profesores y personal no docente, tanto los actuales como los que habían convivido con nosotras en estos años. 

María, en sus palabras de agradecimiento por la invitación a esta celebración, recordó a las siervas de san José que habían dejado su huella en el Colegio durante estos años vividos en un proyecto compartido desde 1922. Igualmente, agradeció el interés de la comunidad educativa por mantener vivo el Carisma.

No olvidó hacer presente a las hermanas cuya vocación de siervas de san José surgió en el centro; tuvo un recuerdo para las personas que, por distintos motivos, no han podido participar y para quienes ya no están entre nosotras, pero siguen siendo memoria viva y su recuerdo continúa acompañándonos.

Expresó también el agradecimiento a la ciudad, a la iglesia de Badajoz y a la parroquia. Su acogida en estos casi cien años nos ha permitido hacer posible la expresión de nuestro carisma, enriqueciéndonos con sus dones y ayudándonos a vivir la universalidad.

Recordó que seguimos haciendo presencia en Extremadura en las comunidades de Cerro de Reyes y en Mérida y pueden seguir contando con nosotras.

Son muchas las vivencias que hemos sentido en este día. Todo ha calado en nosotras, con gratitud por nuestra parte.

Queremos compartir parte de las palabras de acción de gracias que dirigió a todos los presentes al acto, Raquel Soto Adeguero, Directora General del Colegio, en nombre de la comunidad educativa:

“Gracias, Señor, a ti el primero, porque en esta eucaristía se muestra tu comunión permanente de vida entre las personas. Sentimos un eterno agradecimiento a la labor incesante de nuestras queridas Siervas de San José.

Siempre lo hemos hecho, pero queríamos manifestarlo una vez más, reconocer vuestra energía, vitalidad, valentía y emprendimiento. Con vosotras, hemos experimentado la transmisión de lo que es la verdadera fe, y hemos conocido la figura de Jesús en el Evangelio. Con vuestro ejemplo humilde, sencillo, comprometido y acogedor, nos habéis enseñado a ser personas decididas, comprometidas con el mundo. 

No os habéis perdido en convencionalismos absurdos; vosotras nos mostrasteis en convivencia, la verdad más grande: QUE DIOS ES AMOR a través del testimonio, de la vivencia del carisma josefino y bajo el amparo de la imagen de la Sagrada Familia de Nazaret. Vuestra dedicación verdadera, solidaria e infinita con los pobres y necesitados, la paciencia con los niños y adolescentes, vuestra comprensión y apoyo con los compañeros, y la sinceridad de vuestras palabras han quedado como una profunda huella en este colegio que nunca podrá olvidar vuestra presencia.

Gracias, Señor, a ti primero, porque frente al altar hemos celebrado este derroche de alegría y de recuerdos con vosotras; amigos, compañeros y comunidad educativa, con todos aquellos que de alguna forma hemos sido acompañados a lo largo de estos años.

Gracias, Señor, a ti el primero, por las Siervas de San José que nos han ayudado a construir la gran familia josefina que somos en los brazos de Dios.

No hay duda que, en medio de nuestras vidas, de nuestros hogares y de nuestra tarea Educativa, allí estás Tú, dando fuerza a nuestra propia vocación de educadores, en el Colegio y en la familia. Afrontamos este tiempo, con el entusiasmo y los mismos sueños que nos han legado las religiosas para que, con alegría y esperanza, sintiéndonos acompañados institucionalmente, nos dirijamos a conseguir siempre los objetivos y retos del siglo XXI…

…Gracias a las Siervas de San José y a todas las mujeres que, con FE en el Padre, creyeron en las personas, apostaron por una educación integral desde el TRABAJO y ofrecieron su vida en el servicio a los demás por AMOR.

La ALEGRÍA, valor que durante este curso se presenta como fruto de nuestra iniciativa y tus dones Señor, no queremos vivirla sin saber que podemos hacer algo más, queremos seguir sumando, acogiendo con los brazos abiertos, luchando como Bonifacia y tantos santos, hombres y mujeres por un mundo más justo…”

Con estas palabras terminamos. Fue un día vivido con intensidad y con un sabor agridulce propio del acontecimiento que estábamos celebrando. Pero, sobre todo, queda la satisfacción de la siembra y el ver que ha dado su fruto en el colegio en tantas generaciones de alumnos que han ido dejando huella de nuestro “ser y hacer” comprometidos por un mundo mejor.

Después de la Eucaristía, hemos compartido la comida; al final de la misma, nos entregaron un cuadro de la Virgen pintado por una profesora del colegio. Un bonito detalle de reconocimiento y valoración de nuestra presencia que agradecemos.


Comunidad de Mérida

Comentarios

  1. ¡Me encanta ese reconocimiento tan lleno de vida y de emoción!
    ¡Enhorabuena a todas las Siervas de S. José que han dejado ahí, esa huella, tan profunda y tan bonita! Gracias

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