Cecilia Kennedy con sus padres y Sir John Cardenal Ribat |
El camino de pasar de ser una niña en una aldea a ser una
mujer trabajadora consagrada. Así fue como hemos experimentado esta primera
profesión de Cecilia Kennedy, con quien hemos compartido y de la cual estamos
muy agradecidas por haber percibido el proceso de crecimiento del don de la
vocación como Sierva de San José.
Si bien es cierto que cualquier jornada de la vida nos
encamina a vivir una diversidad de aspectos, caminos rocosos, mares en calma y
otros turbulentos, pero, ante todo, es la oportunidad de experimentar lo que es
el relacionarse con una misma, con l@s demás, con toda la creación y con
Dios. Para Cecilia, su vida de relación
amorosa comenzó en su aldea de Sawaedi Provincia de la Bahía Milne en Papua
Nueva Guinea. Ella nació en la familia de Natanael y Paula. Fue allí donde
comenzó su vida en relación con Dios, teniendo a su padre y madre como quienes
le alimentaban e impulsaban a crecer en la Fe, confiando siempre en Dios,
especialmente en momentos difíciles. Al
ir creciendo, Cecilia ya como joven participó en su parroquia en la pastoral
juvenil como una líder y trabajando en relación con Yolanda, SSJ, quien en ese
momento era la Coordinadora de la Juventud de la Diocesis de Alotau. Fue
durante este tiempo que Cecilia aceptó la invitación de
ir mirando cual era el Plan de Dios para su vida.
Cecilia captó este proceso con sus palabras de
agradecimiento que compartió con tod@s ahí presente: “Este caminar me ha traído
a reconocer con mayor claridad mi dependencia en solo Dios, amarlo y servirle
cada día como una oportunidad para ser moldeada continuamente según su querer,
y estar consciente de su presencia cada día y mantenerme en su presencia
siempre”.
Ha sido el amor de Dios que le ha acompañado íntimamente,
al ir conociendo, aceptando su propia persona como don para Dios, y a la par
como la mano amorosa de Dios le ha ido transformando, y como sus mociones
internas han ido fortaleciéndose con este decir: ¡Solo Dios es suficiente!
El día 23 de noviembre 2019 en la parroquia de San José,
en Boroko, sellevó a cabola celebración de la Eucaristía donde Cecilia profeso
sus votos, presidida por el Cardenal John Ribat y otros 5 sacerdotes que
concelebraron (P. Francis, CP, Párroco, P. Emilio Soon, P. Mars Oabel, CM, P.
Albert Lenon, SDB y P. Dominic Maka)
Cecilia siendo acompañada por sus padres durante la Procesión de Entrada |
Antes de celebrar el rito de la profesión, hubo un gesto
por parte de Cecilia donde ella entrega su BAGI, falda cultural hecha de
hierba, su BAGI el collar representativo de su aldea, y su BUAI, (la nuez de
betelnut). Este gesto representa su decisión de tomar un camino en un nuevo
estado de Vida. Todo con gestos de agradecimiento a sus padres, quienes en
torno aceptan su decisión y la entregan a Marcelina, ssj con estas palabras:
“Hermana Provincial, por medio de usted le entregamos nuestra hija Cecilia a
Dios y a las Siervas de San José. Continuaremos amándola y apoyándola para que
ella pueda dedicar su vida totalmente a Dios y a la Misión de las Siervas de
San José.”
En la cultura Melanesia, cuando se hace un intercambio de
regalos este gesto sella y fortaleza la relación y los acuerdos. Con este gesto
de intercambio la familia de Cecilia hace una entrega total de su hija a la
Congregacion de Siervas de San José.
Marcelina, en nombre de la congregación le presenta a la
familia una imagen de la Sagrada Familia y le agradece a la Familia la entrega
de su hija a ser consagrada a Dios como Sierva de San José, y les recuerda que:
“ella ya no les pertenece a ustedes sino a Dios, ella no les podrá dar dinero
ni cosas materiales, ya que una mujer consagrada no posee nada, sin embargo les
compartirá el tesoro más grande: Cristo, Jesús, nuestro Señor, y aunque este
lejos de ustedes, siempre los tendrá cerca porque siempre estarán en sus
oraciones y tendrá siempre presente sus intenciones. También les aseguro a la
familia que este intercambio de regalos expresa el compromiso de apoyar a
Cecilia en su camino vocacional.
Cecilia expresando su deseo a Marcelina Sta. Cruz (HFP coordinadora), de ser una Sierva de San José |
Cecilia recibiendo la insignia de Marcelina |
Después de pronunciar la fórmula de profesión y recibir
los signos de la profesión religiosa, Cecilia nos entona con confianza su CANTO
DE GOZO: “Mi Alma esta Regocijando”
Cecilia cantando su Canción de la Alegría |
Fuimos testigos de una experiencia gozosa con la
presencia de toda su familia, l@s colaboradores de los diferentes centros
apostólicos, las residentes del hostal, las jóvenes en acompañamiento
vocacional quienes nos han colaborado muchísimo y varias personas que nos
colaboran y apoyan a las Hermanas en su Misión, al igual que varias Religiosas
de otras congregaciones y parroquianos/as.
Tod@s los presentes hemos sido movidos por la celebración
tan hermosa y significativa de la Primara Mujer de Papua Nueva Guinea que
profesa como SSJ en su propio país.
Al finalizar la eucaristía hemos pasado al Centro
parroquial donde compartimos en ambiente festivo y familiar con l@s invitados y
los familiares de Cecilia.
Cecilia con el Cardenal Ribat, padres y familiares |
Cecilia con las Siervas de San Jose en PNG |
Ha sido una gracia para mi el testimonio de Cecilia.
ResponderEliminarQue Jesús, Maria y José sean su modelo.
Que Jesús, María y José te bendigan por esta entrega. Te acompañamos con nuestra oración, tus hermanas de la Comunidad de Los Toldos- Argentina
ResponderEliminarQué hermosa experiencia de entrega a Dios. Cuánta emoción se lee en los rostros de toda la gente que tuvo la suerte de acompañar a Cecilia en este nuevo paso que la acerca más a Dios y a los hermanos y hermanas de su pueblo y país. Gracias, querida Cecilia por tu generosidad y entrega alegre al servicio del Reino. Cuenta con las oraciones, el cariño de todas las Siervas de San José y Laic@s Josefinas de la Provincia de Perú. Mil bendiciones.
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