ENCUENTRO DE LA ZONA DE CUBA, PROVINCIA MARIA DE NAZARET

Definitivamente los encuentros virtuales son también encuentros reales…

Urgidas de encuentro y dada la realidad actual de la Zona, nos encontramos vía Zoom entre los días 23 y 24 de octubre para compartir la vida, la misión, las esperanzas, las posibilidades y dificultades, buscar juntas el cómo y por dónde nos lleva el Espíritu a vivir este momento concreto.

Las tres comunidades: Santa Clara, Miramar y West Palm Beach, recientemente incorporada a la Zona, fuimos convocadas por Ana Elena, coordinadora zonal a este encuentro de hermanas. Nos acompañó también Magda, coordinadora provincial de nuestra Provincia Maria de Nazaret.

La alegría de vernos, de lograr este tipo de conexión en Cuba nos motivó en gran medida. Para nosotras es muy nueva y significativa esta posibilidad dada la realidad de las comunicaciones en la Isla.

Comenzamos el encuentro en oración, compartiendo a la luz de la fe y de la Palabra nuestro sentir profundo, nuestra gratitud y nuestra petición al Espíritu, recordando a nuestra fundadora en el décimo aniversario de su canonización. El Evangelio de Marcos 6, 30-34, nos invitaba es estar con el Señor en un lugar tranquilo, a descansar y contarnos lo que hemos vivido…

Terminamos este rato de oración expresando con palabras un símbolo, representando nuestro tesoro …

Siendo nuestro principal objetivo compartir la vida junto al Maestro, Ana Elena nos había entregado previamente un instrumento para hacer lectura profunda de la realidad de forma personal y comunitaria.

Compartimos lo que cada comunidad recogió de este trabajo, lo vivido este año, cómo nos sentimos a nivel personal, comunitario, espiritualidad y misión.

Era especialmente importante escuchar a nuestras hermanas de West Palm Beach, Yaquelin y Mabel, ellas nos cuentan lo que van viviendo. Todo lo que ha supuesto la pérdida de nuestra hermana Ived, por el hecho en sí y por estar apenas casi iniciada la comunidad en una realidad muy poco conocida.

Yaquelin vive con su mamá, que necesariamente depende de alguien que viva con ella y la atienda, prioridad por la que Yaquelín viajó a los Estados Unidos, también para cuidar a su papá. Los padres de nuestra hermana Ana Elena viven en el mismo edificio, Yaquelin colabora cuanto puede también con ellos. 

Mabel recientemente comenzó a trabajar. Las dos hacen lo posible por ser comunidad, mientras esperan se legalice la Congregación en el país y pueda llegar una tercera hermana.

Hablamos también de la realidad del pueblo cubano, que nos duele y afecta, y cómo estamos ayudando a vivirla cuanto podemos a los que nos rodean.

Compartimos la fragilidad de nuestras realidades comunitarias, los padres ya mayores y enfermos de la mayoría de las hermanas cubanas, y lo que esto exige de movilidad y atención. La realidad tan incierta y cambiante que vivimos a nivel social y pastoral, por la pandemia y por la situación político, económica y social del país. Es difícil hoy proyectarnos a mediano y largo plazo, vivimos la urgencia del presente respondiendo en la cotidianidad.

También hay gozo, luz y esperanza en nuestras pequeñas comunidades: una joven haciendo el prenoviciado en Santa Clara (Dailenis), la alegría del regreso de Pilar a la Zona, tras terminar el juniorado de grupo en Colombia, la rica experiencia de comunitareidad que viven Sandra (laica) y las hermanas en el Hogar de Ancianas en la Habana, también allí las experiencias de gratuidad Intercongregacional vividas con la Compañía de María y las Siervas del Corazón de María. 

La misión concreta de acompañar a nuestro pueblo hoy visitando a personas enfermas, familias de los encarcelados por la manifestación del 11 de julio, compartiendo una palabra de aliento, alimentos y medicamentos.

Sentimos como llamada del Espíritu:

1. Seguir acompañando a nuestro pueblo cubano en medio de la situación de dolor, inestabilidad, miedo y cansancio que vivimos…

2. La apertura en nuestra vida y misión a la intercongregacionalidad, la comunitareidad laicas-siervas, los voluntariados.

3. El planteamiento de las nuevas formas de ser Familia Josefina, que se está gestando en la Provincia.

4. Los encuentros virtuales como forma real de comunicación y cercanía. En general mayor comunicación entre las comunidades.

5. A discernir juntas el por dónde y cómo seguir sosteniendo la vida y la misión en cada presencia.

6. Formar a hombres y mujeres para el trabajo digno, seguir fomentando la Industria Cristiana.

Casi al final del encuentro Ana Elena nos pide seguir pensando, orando y dialogando como Zona tres cuestiones:

1- Cómo sostener el Hogar de ancianas a mediano y largo plazo, dada la realidad de las hermanas en la Zona.

2- El vínculo con la Comunidad de West Palm Beach

3- La formación de las hermanas jóvenes.

En abrazo de hermanas, culminamos nuestro encuentro cantando, brindando, agradeciendo.